(BBC Mundo) El hallazgo, afirman los científicos en la revista Cellular Microbiology (Microbiología Celular), abre la posibilidad de poder desarrollar una nueva estrategia para combatir la malaria, que mata a entre uno y tres millones de personas y afecta a unos 250 millones en el mundo cada año.
El estudio fue llevado a cabo por científicos del Instituto de Salud Global (GHI), de la Escuela Politécnica Federal de Lausana, en Suiza, y el Instituto Nacional de la Salud y de la Investigación Médica de Francia (INSERM).
Hasta ahora los esfuerzos para encontrar nuevos tratamientos antimaláricos se han visto plagados de dificultades.
Esto se debe principalmente a que los parásitos que causan la enfermedad, los Plasmodium, han demostrado tener una capacidad asombrosa para desarrollar resistencia a los fármacos.
En la nueva investigación los científicos descubrieron que cuando el parásito entra en el organismo humano -con la picadura de un mosquito infectado- se esconde del sistema inmune para poder reproducirse, primero dentro del hígado y posteriormente en los glóbulos rojos.
Y para poder llevar a cabo ese proceso el parásito depende de una serie de señales de comunicación que regulan la actividad entre las células huésped.
Los investigadores descubrieron que el parásito “secuestra” estas señales de comunicación y las utiliza para lograr su propósito.
Y éstas son las mismas señales que una nueva clase de fármaco para quimioterapia, llamado inhibidores de quinasas, intenta combatir.
Cuando los científicos utilizaron el fármaco para tratar en el laboratorio a glóbulos rojos infectados con malaria, el parásito dejó de reproducirse y murió.
Los investigadores probaron el fármaco tanto con el Plasmodium falciparum como con una versión del parásito que infecta a roedores, el P. berghei, y en ambos casos, tanto en células hepáticas como en glóbulos rojos, el parásito dejó de proliferarse y murió.
Esto -dicen los autores- indica que la desactivación de las señales en las células huésped puede ser una estrategia efectiva para combatir las varias cepas del parásito que se sabe infectan a los humanos.