(El Cronista) “Uruguay logró aprobar la idea de generar un sistema de salud integrado donde tanto el sector público y privado tengan su lugar. Hubiera sido ilógico borrar la actividad privada y pretender que el Estado brinde todos los servicios. Era mejor unir las experiencias”. Así, el ex presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, resumía una de las ideas principales de la profunda reforma de salud llevada a cabo en el país vecino durante su Gobierno. Frente a un auditorio de médicos, sanitaristas y directivos de empresas de medicina prepaga reunido en el Hotel Panamericano de Buenos Aires, el ex mandatario compartió ayer los principales puntos de la experiencia uruguaya de un sistema de salud mixto.
El nuevo Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS) de Uruguay universaliza el acceso a la atención y la prevención de enfermedades. Con una lógica asistencial y no económica, esta reforma entró en vigencia en enero de 2008. “Hoy cuenta con 1,5 millón de afiliados y llegará a 2,5 millones de beneficiarios de este seguro a fin de año”, detalló Vázquez. Uruguay tiene menos de 4 millones de habitantes.
En su charla, el ex presidente relató los principales cambios que introdujo la reforma: la creación del Fondo Nacional de Salud, el proyecto de descentralización y la creación Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS).
“Estas reformas se inscriben dentro de un conjunto de reformas en nuestro país con este espíritu. Es que tiene más que pague más y el que tiene menos que pagué menos”, sintetizó Vázquez. ¿Cómo se financia? “Con el 6% de los ingresos de los trabajadores con hijos menores de 18 años y el 4% de los trabajadores con hijos mayores de 18 años. No sólo queda asegurado el trabajador sino que también toda su familia. De los trabajadores con salarios bajos se hace cargo el Gobierno”, detalló.
“Es mixto para sus ejecutores pero el núcleo central es estatal y lo dirige el Estado”, advirtió el Vázquez. “Hay un núcleo estatal interrelacionado con un Banco de Previsión Social que recauda y paga las prestaciones, el Ministerio de Salud que garantiza que se cumplan las normativas y las previsiones y el Ministerio de Economía que apoya, a través de las prestaciones de los trabajadores que no ganan más de u$s 750”, describió.
Consultado sobre la situación del sistema de salud en la Argentina, Vázquez advirtió “no quiero entrar en consideraciones de países hermanos, quizás nuestro modelo no sea extrapolable a países con mayor cantidad de habitantes”.
Entre las causas que motivaron el cambio en el sistema uruguayo, Vázquez destacó que en su país había un clamor sobre este tema. “Había mutualistas que cerraban y dejaban a la gente sin asistencia, las cifras de mortalidad infantil, el derecho a la sindicalización, todo este conjunto de puntos nos impulsaron”, señaló. “Fue una reforma muy conversada y muy discutida en todos los ámbitos. Lo que está sustentando el sistema es la gente”, agregó Tabaré Vázquez, médico de profesión, que fue invitado a disertar en Buenos Aires por la Fundación Medifé, con el auspicio de la obra social ASE.
Entre el público, el ex ministro de Salud argentino Aldo Neri, aprovechó para relatar las trabas que durante los años 80 tuvo para realizar cambios en el sistema local: la resistencia de los sindicatos y la recesión económica.