En el día de ayer, jueves 30 de marzo, la Asociación Latinoamericana de Sistemas privados de Salud (ALAMI) realizó el Simposio “Retos de los Sistemas de Salud en América Latina”, en la ciudad de Bogotá. Esto fue en el marco de una nueva reunión de directorio de la entidad.

El objetivo de este encuentro fue realizar un acercamiento entre actores clave de los miembros de las organizaciones que hacen parte de la Asociación Latinoamericana de sistemas privados de salud – ALAMI y actores clave del sistema de salud colombiano, con el fin de identificar y comprender los retos de los sistemas de salud latinoamericanos.

Cristian Mazza, presidente de ALAMI, abrió el encuentro diciendo: “Es un gran honor para mí, junto con el Dr. Andrés Barragán, darles la bienvenida a este Simposio. Nos encontramos aquí en Bogotá, Colombia, un país con un sistema de salud que se ha convertido en referente para nuestra región. Quiero destacar la importancia de los determinantes sociales en la salud. Para lograr una salud óptima, es fundamental contar con bases sólidas y de calidad en la vida de las personas, tanto en lo que respecta a los servicios y derechos básicos como la educación y la cultura. La salud no se trata solo de la atención médica, sino también del entorno en el que vivimos y las oportunidades que tenemos para llevar una vida saludable y plena”.

“En América Latina, la salud se financia mediante la colaboración entre los sectores público y privado. La empresa privada, los individuos, y las organizaciones sin fines de lucro realizan aportes al sistema con fines de financiamiento de la salud, mientras que otra parte proviene del Estado. Esta colaboración conjunta es esencial para garantizar un sistema de salud sólido y eficiente”.

Por otra parte, Mazza indicó: “A medida que avanzamos en este simposio, debemos recordar que, aunque enfrentamos desafíos significativos en nuestros sistemas de salud, también tenemos la oportunidad de aprender de nuestras experiencias pasadas y actuales, y de trabajar juntos para crear un futuro más saludable y equitativo para todos en América Latina”.
“América Latina enfrenta desafíos significativos en la atención médica, incluida la desigualdad en el acceso a servicios de calidad, la falta de recursos y la necesidad de adaptarnos a los cambios demográficos y epidemiológicos. En primer lugar, me gustaría destacar la importancia de la equidad en la atención médica. La desigualdad en el acceso a servicios de salud de calidad es un problema persistente en nuestra región, y debemos abordarlo de manera efectiva para garantizar que todos los ciudadanos tengan la oportunidad de vivir vidas saludables y productivas. Esto implica no solo mejorar la calidad y la eficiencia de nuestros sistemas de salud, sino también garantizar que los grupos vulnerables y desatendidos tengan acceso a la atención médica que necesitan”.

“Es fundamental abordar la falta de recursos en nuestros sistemas de salud. La inversión insuficiente en infraestructura, tecnología y capital humano ha limitado nuestra capacidad para brindar atención médica de calidad a nuestras poblaciones en crecimiento. Debemos buscar formas innovadoras de financiamiento y alianzas público-privadas para aumentar la inversión en salud y garantizar que nuestros sistemas puedan responder de manera efectiva a las necesidades de nuestras poblaciones”.

“Además, debemos enfrentar los desafíos que plantean los cambios demográficos y epidemiológicos en nuestra región. El envejecimiento de la población y la transición hacia enfermedades no transmisibles requieren una reevaluación de nuestras políticas y enfoques de atención médica. Debemos centrarnos en la prevención y el manejo de enfermedades crónicas y garantizar que nuestros sistemas de salud estén preparados para enfrentar las demandas futuras de nuestras poblaciones”.

“Este evento proporciona una oportunidad única para que líderes y expertos del sector salud de nuestra región compartan experiencias y conocimientos, y trabajen juntos para encontrar soluciones a estos desafíos. A lo largo de las próximas sesiones, escucharemos de expertos en diversos campos, desde políticas públicas hasta innovación en tecnología médica, que nos ayudarán a comprender mejor cómo abordar estos problemas”.

Mazza se refirió a la reforma de salud en Colombia y al respecto dijo: “Me circunscribiré a resaltar principios generales y a la defensa de los valores del sector privado y financiador de la salud en los países de la región y como una reforma del sistema de salud puede afectar el equilibrio en las relaciones entre el sector público y privado. Nosotros creemos que el sector privado es un actor esencial en la prestación de servicios de salud y en su financiación ya que cubre una demanda de un sector de la población que no encuentra en el sector público una oferta a sus necesidades, generando recursos que de otra forma serían gastos que el estado debería absorber de su presupuesto. Defendemos la actividad del sector privado de salud por su contribución a la riqueza de los países, aportando inversiones en tecnología, equipamiento y dispositivos médicos, generando empleos de calidad en los distintos campos de la medicina, de la enfermería, de la atención primaria y secundaria de la salud. Nuestra contribución a la economía de la salud en términos de recursos aplicados para brindar servicios de atención médica es crítica para mejorar en los países de la región los niveles de salud de la población. Más salud es mejor nivel de productividad de las sociedades, es mejor nivel de medicina, es elevar a largo plazo el estándar de calidad de vida de la población. Por todo ello, desde ALAMI y sus compañías afiliadas de la región observamos con preocupación aquellas reformas de salud que impulsan un cambio de las reglas de juego que en su momento atrajeron importantes inversiones al sector y que de ser concretadas producirían una importante descapitalización del sistema privado de salud en Colombia”.

“Colombia y su sistema privado de salud enfrentan un desafío y un riesgo. El desafío de un cambio en las políticas de salud implica morigerar los efectos sobre los niveles niveles de incertidumbre que introduce una reforma que terminará afectando el conjunto de las prestaciones médicas, los niveles de atención, las coberturas, las prácticas en curso, implicando con seguridad una fuerte reasignación de los recursos disponibles para afrontar situaciones nuevas e inesperadas. En resumen, las reformas implican cambios y las reformas en salud implican cambios que afectan inmediatamente a la gente. El desafío de un cambio es avanzar hacia nuevos paradigmas pero sin vulnerar derechos privados que impacten negativamente en los derechos de los pacientes como de los prestadores y financiadores del sistema privado de salud. No menores son los riesgos que se enfrentan y desde la mirada del sector privado que represento, el mayor riesgo es la desfinanciación del sistema más la incertidumbre para continuar inversiones sin un rumbo claro sobre el futuro de la actividad privada en el sistema de salud en Colombia. ALAMI considera que el sector privado de salud en Colombia es por historia, tradición y trayectoria empresaria un actor esencial en la prestación y financiación de la salud en este país”.

“El gobierno de Colombia debe valorar y respetar la contribución al sistema de salud de este sector y escuchar sus peticiones y propuestas. No se puede ni es lógico desechar la positiva experiencia desarrollada en los últimos treinta años en Colombia, donde las inversiones privadas posibilitaron contar con la infraestructura sanitaria y el desarrollo médico alcanzado gracias al aporte de inversores privados”.

“ALAMI respalda reformas de salud que aseguren estabilidad y sustentabilidad en el uso de los recursos y capacidades disponibles”.

“La estabilidad es necesaria para acompañar inversiones de magnitud en salud que requieren un horizonte de mediano y largo plazo para obtener equilibrios financieros y económicos compatibles con la operación del sistema. Del mismo modo toda reforma en salud debe ser sustentable en el  tiempo en el sentido que debe garantizarse a los actores del sistema su permanencia en el tiempo sin alterar a cada paso las reglas de juego. Estabilidad y sustentabilidad regulatoria son requisitos fundamentales para asegurar el éxito de una reforma del sistema de salud. Por último y como todos sabemos en toda reforma del sistema de salud en el centro de la escena está la gente y por ello debe evitarse crear confusión, incertidumbre y zozobra en la gente”.