Durante la 93° Asamblea del Consejo Federal de Educación, los ministros correspondientes a esa cartera de todo el país aprobaron la incorporación progresiva de los centros de enseñanza de todos los niveles y modalidades de gestión estatal y privada como Entornos Escolares Saludables. Esta decisión se desprende del Plan Nacional de Alimentación Saludable en la Infancia y la Adolescencia (Plan ASI), una estrategia nacional intersectorial ante la epidemia de obesidad.
En esta iniciativa, desarrollada en el marco del Plan ASI, el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la Nación se compromete a desarrollar instancias de formación docente y no docente; asistencias técnicas para funcionarios y equipos docentes y técnicos de las jurisdicciones; y aportar materiales con propuestas pedagógicas y de sensibilización para las escuelas. Estas deberán basarse en estándares homologados como los que hoy proveen la Guía de Entornos Escolares Saludables (GEES) y las Guías Alimentarias para la población argentina (GAPA) aprobadas por resolución por la Secretaría de Gobierno de Salud de la Nación.
A su vez, también se acordó incorporar al calendario escolar el 6 de abril como “Día de la Actividad Física”; el 16 de octubre como “Día de la Alimentación Saludable” y establecer una semana en el año como la “Semana de los Entornos Escolares Saludables” para la organización de jornadas relacionadas a las temáticas en todos los establecimientos educativos.
El Plan ASÍ, publicado bajo la resolución 996/2019 se desarrollará entre 2019 y 2023 y tiende a fortalecer la articulación y eficiencia de los programas y normativa existente en materia de derecho a la salud en general, alimentación saludable y de promoción de la actividad física, reforzando las acciones para garantizar una alimentación nutritiva, suficiente y adecuada así también como para promover la adquisición de hábitos saludables en los ámbitos familiares, comunitarios y sociales. En este sentido, busca proteger de manera efectiva el derecho a la salud y a la alimentación en niñas, niños y adolescentes con el fin de velar especialmente por los grupos sociales que más sufren la malnutrición en todas sus formas.
El plan se formula como una política integral, intersectorial y multiescalar que propone la implementación articulada y conjunta de intervenciones educativas, comunicacionales y regulatorias que, en función de la evidencia científica, han demostrado lograr el objetivo de detener la epidemia de sobrepeso y obesidad.
Desde esta perspectiva se formulan objetivos relacionados a la educación alimentaria y nutricional y a la actividad física; la sensibilización y concientización de la comunidad y de referentes sociales claves; fortalecimiento de la calidad nutricional de los programas con componente alimentario y de la promoción de los sistemas alimentarios sostenibles y, por último, la regulación de los entornos y productos alimenticios.