Dominique Monnet, del Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades, indicó que estaba preocupado por la emergencia de la NDM-1, o metallo-betalactamasa, y otras bacterias similares que son resistentes a la más poderosa clase de antibióticos, conocidos como carbapenémicos.
Dominique Monnet, del Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), indicó que estaba muy preocupado por la emergencia de la NDM-1, o metallo-betalactamasa de Nueva Delhi, y otras bacterias similares que son resistentes a la más poderosa clase de antibióticos, conocidos como carbapenémicos.
“Por un largo tiempo (…) los médicos en hospitales, sobre todo en las unidades de terapia intensiva, han usado a los carbapenémicos como último recurso para el tratamiento con antibióticos. Ahora, para los médicos que enfrentan a un paciente con una bacteria resistente a los carbapenémicos, las opciones (…) son limitadas”, agregó.
Investigadores británicos reportaron en agosto la aparición de infecciones con NDM-1 en pacientes en el sur de Asia y en Gran Bretaña. Con el auge de los viajes internacionales para recibir cuidados sanitarios, los científicos temen que esta nueva bacteria se extienda pronto por todo el mundo.
Monnet dijo que un total de 77 casos de NDM-1 han sido detectados en 13 países europeos, entre ellos Gran Bretaña, Francia, Alemania, España e Italia, entre el 2008 y el 2010. Alrededor de dos tercios de los casos se registraron en Gran Bretaña, explicó, y los datos muestran que siete de los pacientes infectados murieron.
“La mayoría de los casos estuvieron asociados con viajes o atenciones médicas en el subcontinente indio”, agregó Monnet, confirmando las conclusiones del estudio británico: que los crecientes viajes internacionales y el “turismo sanitario” para recibir tratamiento en el exterior estaban contribuyendo a propagar las superbacterias por todo el mundo.
Monnet añadió que una pequeña proporción de los casos de NDM-1 fueron hallados en pacientes que habían recibido atención médica en los Balcanes. Los expertos consideran que el uso excesivo o inadecuado de antibióticos ha fomentado la aparición de superbacterias resistentes a múltiples fármacos, como la Clostridium difficile, o el Staphylococcus aureus resistente a la meticilina