Un panel de expertos instó a introducir un cambio en la legislación en el Reino Unido para permitir que algunos enfermos terminales puedan poner fin a sus vidas con ayuda de un doctor bajo medidas de control muy estrictas.
La comisión de expertos legales y médicos -creada y financiada por activistas que desean cambiar la ley- dijo que el sistema actual es “insuficiente”.
Sin embargo, la Asociación Médica Británica, que se opone a la muerte asistida, se negó a participar en el panel al que los críticos han acusado de sesgo.
El suicidio asistido es ilegal en Gran Bretaña, pero en la práctica rara vez se procesa a quienes ayudan a un familiar a morir.