(Infobae) El 85,7% de pacientes pediátricos internados en camas de terapia intensiva de los hospitales nacionales no tienen el calendario de vacunación completo contra el COVID-19. Una segunda constancia clínica alarma aún más: el 100% de los menores que hasta ayer recibían asistencia mecánica respiratoria tampoco completaron el esquema de vacunación.
Los datos oficiales, y reveladores, fueron confirmados por funcionarios del ministerio de Salud a cargo de Carla Vizzotti. La información apuntala lo que repiten en cada entrevista ministros como Vizzotti, Nicolás Kreplak (provincia de Buenos Aires) y Fernán Quirós (CABA): las vacunas contra el coronavirus no evitan los contagios, pero sí son fundamentales para prevenir que la enfermedad derive en casos graves.
En las últimas semanas, la variante Ómicron irrumpió en la Argentina y los casos se multiplicaron. Ayer, la cartera de Vizzotti confirmó 285 muertes y 43.472 contagios en las últimas 24 horas. Con esos datos, el total de casos positivos desde el inicio de la pandemia se elevó a 8.378.656, mientras que las víctimas fatales suman 121.273.
Según la información oficial entre domingo y lunes se realizaron solo 83.165 testeos. Como resultado, la tasa de positividad registrada sigue siendo muy alta es del 52,27%, es decir, 5 de cada 10 testeos dieron positivo de COVID-19. Por primera vez desde que arrancó la tercera ola, la ocupación de camas de terapia intensiva a nivel nacional superó el 50%.
El último estudio genómico del ministerio de Salud asegura que el 80% de los casos registrados en el país corresponden a la variante Ómicron, mucho más contagiosa que la Delta, y si el sistema de salud aún no se estreso, es por el avance de la vacunación en los 24 distritos sanitarios del país.
“La evidencia reciente indica que la variante Ómicron tiene una ventaja de crecimiento sustancial sobre la variante Delta que lleva a una rápida propagación en la comunidad, con un tiempo de duplicación de 2-3 días” enfatiza el trabajo científico titulado “COVID-19 situación de nuevas variantes SARS-CoV-2 en Argentina”. Advierte que “continúa siendo incierto si la rápida tasa de crecimiento (de Ómicron) observada desde noviembre de 2021 podría atribuirse a la evasión inmune, al aumento intrínseco de la transmisibilidad o a una combinación de ambos”.
Entre los menores de edad, la inoculación es más lenta que entre los adultos, en principio, por la desconfianza que genera en algunos padres vacunar a sus hijos. De hechos, había grupos de padres organizados que se negaban a lleva a vacunar a sus hijos sino se aprobaba la inoculación de dosis de menor concentración, como ocurre en otros países.
Ángela Gentile la jefa del servicio de Epidemiología del Hospital Gutiérrez, opinó que “es clave la vacunación en los chicos, primero porque el riesgo no es cero como ya lo sabemos, especialmente cuando tienen comorbilidades, pero incluso en chicos sanos inmunocompetentes hay cuadros clínicos de riesgo, síndrome inflamatorio multisistémico”.
Eduardo López, el jefe del Departamento de Medicina del Hospital Ricardo Gutiérrez y asesor presidencial en la materia aseguró sobre la vacuna pediátrica que en los adultos se aplican “30 microgramos y en los chicos 10″ y recalcó que existe en el mundo trabajos científicos que demuestran que las vacunas contra el COVID-19 de uso pediátrico tiene efectos pocos “efectos adversos, muy raros y con muy buena evolución”. Para López la Argentina ahora cuenta con “una herramienta más para poder utilizar en pediatría”.