(Fleni) Cada acción que realizamos, desde comunicarnos hasta tomar decisiones o las características de nuestra personalidad están relacionadas con la salud del cerebro. Según la World Federation of Neurology (WFN por su sigla en inglés), las enfermedades cerebrales −como la demencia y los accidentes cerebrovasculares− son la segunda causa de muerte a nivel mundial.
“Cuidar de nuestra salud cerebral es esencial para mantener una calidad de vida óptima a medida que envejecemos. Al adoptar un estilo de vida saludable desde la infancia y tomar medidas preventivas, se puede reducir el riesgo de enfermedades cerebrovasculares y promover un envejecimiento saludable del cerebro”, resalta la doctora Virginia Pujol Lereis, MN 119.987, subjefa del Centro Integral de Neurología Vascular de Fleni.
Para mantener el cerebro saludable, la Dra. Pujol Lereis comparte algunas claves a tener en cuenta:
De acuerdo con datos obtenidos de los estudios SIFHON y EstEPA realizados por Fleni, en Argentina se registran entre 40.000 y 60.000 ACV por año, así como cerca de 18.000 muertes asociadas a esta enfermedad. Además, se estima que cerca de 340.000 personas (el 2% de la población adulta de Argentina) viven con secuelas de un ACV. “La enfermedad cerebrovascular no solo es más frecuente de lo que creemos, sino que también es una de las principales causas de discapacidad y demencia en el mundo. Frente a esta realidad debemos recordar que también es una enfermedad potencialmente prevenible. El 90% del riesgo de un ACV depende de 10 factores de riesgo sobre los que podemos actuar”, destaca la Dra. Pujol Lereis. Una revisión de los pacientes internado en Fleni por un ACV mostró que casi el 80% tenían factores de riesgo no correctamente tratados antes del evento, lo que significa que podrían haber sido potencialmente prevenibles.
Es de suma importancia mantener las funciones cognitivas a través de acciones que desafíen lo que ya se conoce: “Puede ser aprender un idioma, hacer una actividad física que nos ayude con la coordinación y el equilibrio como bailar, y hasta cambiar rutinas como cepillarse los dientes con la mano que no es hábil. Todo lo que implique un reto será un gran estímulo para mantener las funciones cognitivas”, concluye la Dra. Pujol Lereis.