Lo informó la Directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne y advirtió que este escenario afecta el acceso a la atención, especialmente de la población en las áreas rurales y desatendidas de la región.
Las declaraciones se dieron en el marco de las deliberaciones del Plan de acción 2022-2030 “Trabajar en pro de la salud” en la 75ª Asamblea Mundial de la Salud, donde Etienne reconoció “el enorme sacrificio y la contribución de los trabajadores de la salud en las Américas” durante la pandemia de COVID-19.
La Directora de la OPS señaló que durante los picos de la pandemia “el cambio de tareas y el reparto de las mismas salvaron vidas” aunque subrayó que “no podemos seguir ignorando las deficiencias previas de los sistemas de salud”, que afectan la capacidad del personal de brindar una atención de calidad y sin interrupciones.
Entre los efectos de la COVID-19, un estudio de la OMS estimó que alrededor de 115.000 trabajadores de salud y asistencial fallecieron entre enero de 2020 y mayo de 2021 en el mundo.