El problema de financiamiento que enfrenta el sector, en un contexto de creciente inflación, fue uno de los temas más presentes en los paneles y en las conversaciones entre los participantes del XXVII Congreso Argentino de Salud, realizado ayer en San Miguel de Tucumán y organizado por la Asociación Civil de Actividades Médicas Integradas (Acami).
Los directivos mantendrán en pocos días encuentros con el secretario de Comercio, Augusto Costa. Junto con la superintendente, Liliana Korenfeld, el funcionario de Economía recibirá el martes próximo a representantes del sector prestador (clínicas y centros de diagnóstico), y el miércoles, a directivos de prepagas.
Hugo Magonza, presidente de Acami y director del Cemic, estimó que en 30 meses de vigencia de la ley de prepagas se pidió, en promedio, un alza acumulada de 85,7% y se autorizó un 67,3 por ciento. Por esa brecha, calculó que no llegaron recursos por unos $ 6000 millones al sector, impactado por la inflación general y la inflación médica.
Al disertar en el Congreso, el director médico del Hospital Italiano, Marcelo Marchetti, recordó que un artículo de la ley que el Gobierno impulsó dispone que la Superintendencia “autorizará aumentos de cuotas cuando el mismo esté fundado en variaciones de la estructura de costos y razonable cálculo actuarial de riesgos”. Relató que en los pedidos hechos para subir los precios del plan de salud nunca hubo objeciones a los números presentados, pero que las autorizaciones estuvieron varios puntos por debajo.
En rigor, durante el evento fueron varias las objeciones hechas a la ley, sobre todo, por disponer mayores obligaciones sin prever claramente el financiamiento.