El Sanatorio Modelo Quilmes inaugura sus nuevas instalaciones completando el perímetro de su histórica manzana comprendida entre las calles Andrés Baranda, La Rioja, Quintana y Catamarca, luego de un minucioso planeamiento y diseño de arquitectura que culminó con la construcción de esta nueva etapa y después de más de cuatro décadas de haber ganado prestigio, consagrándose como uno de los centros de salud más importantes de la zona, no sólo por el nivel de la infraestructura sino por el impacto positivo social que sigue generando en la sociedad.
Esta historia empezó en enero de 1974. En aquel entonces sólo ocupaba una parte acotada de la manzana. Recuerda uno de sus históricos integrantes que ese mes liquidaron solamente los sueldos de 12 empleados. Actualmente la empresa emplea a más de 800 personas, sin contar al personal médico. Posee una de las fuerzas laborales más fuertes y grandes de toda la zona. Este presente es posible porque desde el inicio hasta el día de hoy sus fundadores creyeron en ellos y en lo que podían hacer de manera conjunta. Tres de los valores que decidieron tomar como estandartes fueron: no olvidar su visión social, mejorar continuamente la calidad médica de todos sus servicios y jamás dejar de innovar procurando siempre la mejora en sus procesos de atención.
La materialización de lo dicho recientemente se puede observar en cualquiera de las nuevas áreas que dentro de unos días ya se podrán utilizar.
El edificio que se inaugura comprende un subsuelo, planta baja y 5 pisos ocupando una superficie aproximada a los 6.500m.
El subsuelo contiene sala de capacitación, el archivo de historias clínicas, el sector de hotelería, imprenta y el área de farmacia interna. Esta ultima ocupa gran parte de la superficie del mismo, lo que permitió la creación de nuevos espacios como dock de recepción, área cerrada de envasado de comprimidos, campana de extracción de gases para fraccionamientos de productos y sala de reunión y capacitación. Se instaló un sistema de tubos neumáticos para el envío de medicación a todos los servicios de internación y áreas cerradas.
Asimismo, se instaló dos equipos rotativos de última generación para guarda de medicación y disposición de pedidos que permitirán reducir los tiempos y errores de preparación, un mejor control de stock y de vencimiento de los medicamentos.
Lo interesante del proyecto es que incluye una torre de distribución que permite comunicar las tres áreas a través de una doble circulación público/privada y a su vez crea un ingreso de pacientes y público exclusivo para los sectores de internación, separando todo el movimiento ambulatorio y dando mayor privacidad al paciente internado.
La planta baja comprende el área de emergentología, otro de los sectores que tenían la necesidad de crecer ante la mayor demanda de la misma. Esta incluye 7 consultorios totalmente equipados con fluidos, aspiración central, oxígeno y aire comprimido; 6 habitaciones para internación transitoria, recuperación y observación. Shock room, áreas de enfermería y doble acceso independiente para el ingreso de ambulancias y pacientes ambulatorios.
Los pisos superiores están dedicados a la internación general con habitaciones individuales, con baño privado y cama de acompañante. Esto está encaminado a mejorar la calidad de atención de los pacientes con el beneficio agregado de la creación de puestos de trabajo calificados tan necesario como salida laboral en estos tiempos.
Si bien las nuevas áreas tienen un diseño más moderno que las ya conocidas, se logró trabajar sobre todos los frentes para amalgamar los distintos sectores del sanatorio y mantener el mismo estilo para toda la manzana. Tener semejante institución abierta todos los días del año trajo como consecuencia un aumento importante del flujo de personas que transitan el barrio. Lo cual promovió el desarrollo de otros locales y negocios en todos sus alrededores. Es claro que el Sanatorio Modelo Quilmes creció junto a sus vecinos. Apostó a la comunidad y esta respondió de manera positiva otorgándole toda su confianza. Posee un vínculo fuerte con ella, producto de muchos años de trabajo y cuidado. Pasaron más de cuatro décadas y la promulgación y permanencia de los valores fundacionales de la empresa continúan intactos desde el comienzo y las personas, eso lo sienten y valoran a diario. Esto fue posible porque sus fundadores supieron transmitir sus ideales y visión a las generaciones posteriores y a sus empleados. Durante todos estos años no sólo se formaron como profesionales sino también como personas. Jamás se olvidaron de quienes eran y que es lo que querían hacer: una empresa de salud que día tras día trabaja por el cuidado de la salud de toda la comunidad, manteniendo ante todo su carácter humano y social en cada acción.