(Elmundo.es)Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) haya admitido su preocupación por la caída del nivel de sistema de salud pública en Grecia, muchos expertos señalan que sería necesario más tiempo para evaluar más precisamente la crisis en la población.
Un estudio conjunto de las universidades de Tesalónica (Grecia) y Nuevo México (en EEUU) señala que esos efectos ya se notan; y sus conclusiones son demoledoras.
Entre las cifras más alarmantes figura un aumento de los suicidios y los homicidios superior al 20% entre 2007 y 2009, el consumo de heroína disparado, un crecimiento del 57% de los nuevos diagnósticos de VIH, un 14% de aumento en las tasas de ocupación de los hospitales (donde los pacientes pasan un 15% menos de tiempo con un gasto un 33,6% inferior).
En estos días solo alcanza con citar las siguientes cifras:
Los especialistas en salud pública son muy críticos con los mensajes de austeridad que llegan desde Bruselas hasta el sur de Europa y cuyas consecuencias en la salud ya se están empezando a notar. “Sabíamos que las políticas de austeridad iban a afectar negativamente a los servicios de salud, pero esto es mucho peor de lo que esperábamos”, admite Elías Kondilis, unon de los firmantes de este análisis.
Desde EEUU, Howard Waitzkin, especialista en Sociología y Medicina, apunta que la receta debería ser precisamente la contraria: “aumentar el gasto público para estimular la economía y proteger la salud de los ciudadanos”. De hecho, citan como ejemplo lo ocurrido en algunos países latinoamericanos (como Argentina, Venezuela, Ecuador o Uruguay), “que han resistido las presiones internacionales para que recorten la inversión pública en sanidad”. A su juicio, la mejoría en los indicadores económicos y de salud que han experimentado estos países demuestra que “los beneficios de la austeridad no están científicamente demostrados”.