La meningitis es una de las principales causas de enfermedad grave en lactantes y niños. Tras la introducción de las vacunas contra el serogrupo C, el meningococo del serogrupo B se ha convertido en la principal causa de enfermedad meningocócica invasiva en Europa.

La vacuna meningocócica B basada en proteínas de cuatro componentes (4CMenB; Bexsero, GSK) se autorizó en la Unión Europea en 2013.

La autorización se basó en los resultados de estudios de inmunogenicidad. Y, pesar de que algunos países la han introducido en los programas de inmunización infantil financiados con fondos públicos, la baja incidencia de la enfermedad ha limitado la realización de estudios de eficacia posteriores a la comercialización.

Para Ángel Hernández Merino, pediatra y colaborador del Comité Asesor de Vacunas de la AEP y de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, los resultados son importantes ya que «aportan información esencial para la toma de decisiones en el contexto de una enfermedad de baja frecuencia, pero de elevado impacto en la población, pediátrica, afectada y sus familias por la elevada letalidad (alrededor del 10 %), elevado riesgo de secuelas graves (alrededor del 30 %) y por su forma de presentación (brusca, imprevisible, evolución rápida en pocas horas)».

En declaraciones a Science Media Centre, este pediatra señala que el estudio viene a «respaldar la decisión tomada por el Consejo Interterritorial del SNS, tan deseada y solicitada repetidamente».

Explica Hernández Merino que en enero de este 2023, el calendario de vacunación del CISNS incluye, por fin, la vacunación frente al meningococo B en el primer año de vida, aunque esta puede implementarse hasta finales de 2024m¡, aunque varias comunidades autónomas ya incluían antes esta vacunación en sus calendarios: Castilla y León (desde junio de 2019), Canarias (desde julio de 2019), Andalucía (desde diciembre de 2021), Cataluña (desde marzo de 2022) y Galicia (desde septiembre de 2022).

Hay otras comunidades que han decidido el comienzo de la vacunación, como son Asturias, Castilla-La Mancha, Extremadura, Madrid, Navarra y País Vasco pero, destaca este pediatra, «sería deseable que las demás comunidades decidieran la incorporación de esta vacunación a su calendario lo antes posible».

No hay que olvidar, añade, «que el elevado coste de la vacuna es un elemento de inequidad para las regiones que no contemplan esta vacunación y para las familias que tienen dificultades para asumirlo».

Los investigadores concluyen que esta nueva evidencia puede ser útil en la toma de decisiones sobre la inclusión de esta vacuna en el programa de inmunización de países donde la enfermedad meningocócica invasiva en niños es problemática y su prevención una prioridad.