La crisis sanitaria causada por la covid-19 ha impactado de forma severa en las estrategias de macro y microeliminación de la hepatitis C en España, provocando un retraso que los expertos estiman en alrededor de un año, pero que consideran que podría recuperarse en pocos meses. Para ello será fundamental el papel de las ciudades.
Con la Atención Primaria saturada y volcada en la atención de los pacientes con covid-19, la petición de las pruebas diagnósticas de hepatitis C se ha reducido de forma ostensible, descendiendo prácticamente al mínimo en los meses de impacto más duro de la pandemia e impidiendo por tanto avanzar en la estrategia de macroeliminación (en población general) al ritmo previsto.
Además, los esfuerzos en microeliminación (en grupos vulnerables) también se han visto afectados, provocando una menor capacidad de diagnosticar casos nuevos y garantizar la continuidad del tratamiento hasta la curación.
Sin embargo, en esta situación provocada por la pandemia, los expertos coinciden en encontrar oportunidades y algunas razones para el optimismo, hasta el punto de queven factible que se pueda avanzar mucho más rápido en los próximos meses. Para ello, consideran, será crucial el ambiente social que se ha generado, mucho más favorable a todos los programas e inversiones en Salud Pública.
Y también la implicación de las ciudades (ayuntamientos) que no tienen competencias sanitarias, pero sí manejan las políticas sociales que pueden ser claves especialmente en la estrategia de microeliminación, colaborando con ONGs para acercar los recursos sanitarios a colectivos vulnerables como personas sin techo o consumidores de drogas, normalmente alejadas de la Atención Primaria.
María Buti, del Hospital Universitario Vall d’Hebron, incidió en que la mayoría de pacientes con riesgo para la transmisión del virus no pasan por los circuitos sanitarios convencionales, por lo que «hay que buscarlos en las calles».
Asimismo, subrayó la importancia de mejorar la notificación de nuevos casos. Del Amo indicó que «tener un registro en España sigue siendo uno de nuestros grandes retos».
La hepatitis C es una enfermedad viral crónica para la que no existe vacuna, pero sí un tratamiento que la cura en más del 98% de los casos. En España, desde la aparición de los antivirales de acción directa (ADDs) y gracias al PEAHC (Plan para el Abordaje de la Hepatitis C en el Sistema Nacional de Salud) se han tratado y curado más de 135.000 personas. La hepatitis C es una causa frecuente de cirrosis hepática y cáncer de hígado y es la responsable del 20% de los trasplantes hepáticos en España.