(El Mundo) Los españoles aportaron el año pasado el 20% de las donaciones de órganos de la Unión Europea y el 6% de las registradas en el mundo.

Así lo reflejan los nuevos datos del Registro Mundial de Trasplantes, que ha dado a conocer este lunes la Organización Nacional de Trasplantes (ONT).

Según los datos de este registro, España alcanzó el pasado año una tasa de 117,4 trasplantes por millón de población. Supera esa cifra EEUU, con 123,4 trasplantes p.m.p, debido a su importante actividad trasplantadora de donante vivo.

España ocupa, sin embargo, el primer puesto en el ranking internacional de trasplantes de donante fallecido, con una tasa de 107,9 trasplantes p.m.p, frente a los 100.9 p.m.p de EEUU.

Con 11.492 donantes y una tasa de 22,5 donantes fallecidos p.m.p, en Europa se efectuaron el pasado año 34.285 trasplantes, lo que corresponde a una tasa de 67,2 trasplantes p.m.p.

Según destaca la ONT, aquellos países de la UE que han implantado en parte o en su totalidad el Modelo Español de Trasplantes, como Croacia, Francia, Italia o Portugal, siguen liderando el ranking europeo, tanto en lo que se refiere a la tasa de donación como a la de trasplante.

En cuanto a la lista de espera, a fecha 31 de diciembre de 2019 los datos del Registro Mundial elevan a cerca de 60.000 los pacientes que engrosan este listado en la Unión Europea.

Según estos mismos datos, en Europa cada día fallecieron 10 pacientes a la espera de un trasplante, cifra idéntica a la registrada en 2018.

En el comunicado, la ONT advierte sin embargo de que la tendencia creciente que ha experimentado España se ha visto “resentida” este año por la crisis sanitaria causada por la Covid-19.

No obstante, desde el 13 de marzo, cuando se anunció el estado de alarma, hasta el 3 de septiembre, se han realizado 1.649 trasplantes a partir de 760 donantes.

A nivel mundial, la actividad trasplantadora ha continuado, aunque lentamente, su tendencia ascendente durante 2019, con un total de 146.840 trasplantes realizados, un 6 % mas que el año anterior.

Estos trasplantes fueron posibles gracias a 39.357 donantes fallecidos (número que crece un 5 %), a los que se suman 41.049 donantes vivos de riñón (34.549) e hígado (6.500).