El personal de la salud es uno de los pilares fundamentales en la lucha contra el COVID-19. En ese sentido, la Revista de la Asociación Médica Estadounidense (JAMA, por sus siglas en inglés) publicó un estudio sobre los síntomas y el deterioro que sufrieron estos profesionales 8 meses después de haber tenido coronavirus.
La Dra. Romina Mauas, del Equipo de Infectología de vittal, la empresa de urgencias médicas, indicó que aproximadamente el 80% de los pacientes hospitalizados con COVID-19 informan
síntomas persistentes varios meses después del inicio de la infección. Sin embargo, el conocimiento de los resultados a largo plazo entre los pacientes con COVID-19 leve son escasos y los datos de prevalencia se ven obstaculizados por el sesgo de selección y un control subóptimo.
“Para elaborar este estudio, se inscribió a profesionales de la salud y se realizó un seguimiento de 8 meses, en el que informaron síntomas, duración y gravedad de los mismos, así como el grado de deterioro funcional generado por estos si duraban más de 2 meses, mediante una escala de discapacidad”, señaló la especialista.
Además, se tomaron muestras de sangre para anticuerpos cada 4 meses y se compararon los síntomas de 323 trabajadores de la salud que habían dado positivo con 1072 negativos.
La Dra. Mauas afirmó que el 26% informaron al menos 1 síntoma de moderado a severo que duró al menos 2 meses: “De estos, casi el 10% dijo que esos síntomas afectaban su calidad de vida de una forma moderada a marcada”.
El 15% de los positivos informó al menos 1 síntoma de moderado a grave a los 8 meses del inicio de síntomas. Los 4 síntomas más frecuentes, en orden de gravedad, fueron pérdida de olfato, pérdida de gusto, astenia y disnea.
Como conclusión de los resultados arrojados, la especialista señaló que lo más importante de esta publicación es que médicos jóvenes, sanos, activos, que cursaron COVID-19, siguen con síntomas a 8 meses de haber padecido la enfermedad, que afectan su calidad de vida, a nivel laboral, social y familiar.