(ElMundo.es) Los cigarrillos electrónicos, muy de moda en Francia, podrían tener los días contados en el país vecino. Al menos en lo que se refiere a su uso en restaurantes, bares y oficinas. Según ha anunciado la ministra francesa de sanidad, Marisol Touraine, está previsto que se prohíba su utilización en lugares públicos.
“Queremos aplicar las mismas medidas que se han llevado a cabo con el tabaco [Desde el 15 de noviembre de 2006, está prohibido fumar en lugares públicos en toda Francia]”, ha asegurado en el programa de radio ‘France Info’, en el que también ha señalado que se restringirá la publicidad de estos dispositivos electrónicos. Touraine, que se ha pronunciado con respecto a los cigarrillos electrónicos con motivo del Día Mundial contra el Tabaquismo, también ha anunciado nuevas medidas de lucha para prevenir el consumo de tabaco entre los jóvenes y las mujeres embarazadas.
Según ha asegurado, Francia ostenta el primer puesto en el número de mujeres que continúan fumando durante la gestación.
Por otro lado, también ha señalado que se está estudiando crear espacios sin tabaco en lugares como los parques infantiles.
Según datos de los fabricantes, unas 500.000 personas utilizan habitualmente cigarrillos electrónicos en Francia.
Estos dispositivos, que tienen un aspecto similar a los cigarrillos convencionales, se componen de una batería y una recarga con o sin nicotina, que puede estar aderezada con distintos aromas. Precisamente la indeterminación de las sustancias que pueden formar parte de estos cigarrillos es lo que hace que su seguridad se haya puesto en duda en muchas ocasiones.
En 2009, la agencia estadounidense del medicamento (FDA, por sus siglas en inglés) analizó varias marcas de estos e-cigarrillos y alertó de la presencia de sustancias cancerígenas (nitrosaminas, por ejemplo) y tóxicas (como el dietilenglicol, que es un anticongelante).