En la semana internacional del Glaucoma, los especialistas en oftalmología del hospital Rossi de La Plata convocan a la comunidad a realizarse controles gratuitos, sin turno previo, en el hall central de ese establecimiento ubicado en calle 37 entre 117 y 118, desde las 9 hasta las 12. A su vez, darán información para concientizar sobre la importancia de realizarse controles de presión ocular periódicamente para tratar en tiempo y forma esta enfermedad que no da síntomas y puede provocar ceguera.
Ese hospital provincial de referencia en oftalmología atiende, actualmente, a más de 80 pacientes con diagnóstico de glaucoma. “La mayoría recibe tratamiento sin llegar al último recurso, que es la cirugía”, explicó Rosa Brughetti, jefa del Área Glaucoma. Y enfatizó que “esta enfermedad diagnosticada a tiempo es controlable pero, de lo contrario, puede provocar la pérdida total de la visión”.
La experta precisó que la mitad de las personas que padecen glaucoma no tiene síntomas. “Se manifiesta con la pérdida gradual de la visión, muchas veces imperceptible. De ahí que se la define como una enfermedad silenciosa, que no provoca síntomas, pero no menos peligrosa.
EN SOLO 3 MINUTOS
El glaucoma es la segunda causa de ceguera en el mundo, luego de la provocada por un deficiente control de la diabetes. De ahí, la importancia de realizar un simple estudio de diagnóstico: la medición de la presión ocular. “Es indolora y dura 3 minutos. Consiste en la aplicación de unas gotitas de anestésico para evitar el reflejo del parpadeo, un colorante llamado fluoresceína, junto con un dispositivo llamado tonómetro que mide la resistencia que ejerce la córnea e, indirectamente, la presión ocular, detalló Brughetti.
EL ABC DE LA ENFERMEDAD
El detonante de esta afección que produce ceguera es el aumento de la presión intraocular, que daña el nervio óptico y consecuentemente afecta el campo visual.
La enfermedad debe ser diagnosticada lo más precozmente posible, dado que si se detecta cuando ya hay daño no hay posibilidad de mejoría. “Lo afectado no se revierte. El tratamiento es crónico, es decir, de por vida. Además, en estadios más avanzados hay que ser más drásticos, dado que no es generalmente suficiente el uso de gotas y se debe operar”, añadió la especialista.
En relación a la frecuencia del estudio, Brughetti dijo que hay una regla: todo paciente de alrededor de 40 años que concurre por disminución de agudeza visual cercana, no debe irse sin una toma de presión ocular. “Cuando uno cuenta con alguna sospecha, como por ejemplo una presión cercana al límite de lo normal o algún antecedente familiar fuerte, lo citamos con frecuencia para descartar o confirmar la necesidad de tratamiento”, concluyó la especialista.