(Télam) El 3 de marzo se celebró el Día Internacional del Cuidado del Oído y la Audición, ya que su pérdida es la deficiencia sensorial de mayor prevalencia en el mundo y continúa aumentando velozmente, especialmente en los adultos mayores, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En países de ingresos medios y altos casi el 50 por ciento de adolescentes y jóvenes de entre 12 y 35 años está expuesto a niveles de ruidos perjudiciales como consecuencia de la popularización de la tecnología y el uso reproductores de MP3, teléfonos inteligentes y dispositivos de audio personales, que suelen escuchar a volúmenes dañinos y durante largos periodos de tiempo.
La exposición de casi otro 40 por ciento a sonidos fuertes y niveles de ruido potencialmente nocivos en lugares de ocio como clubes nocturnos, discotecas, pubs, bares, cines y conciertos, eventos deportivos e inclusive gimnasios es cada vez mayor, lo que supone con frecuencia un grave riesgo de pérdida auditiva irreversible, señala el informe.
La OMS estima que existen más de 360 millones de personas con defectos de audición y que mediante la prevención primaria una gran parte de los casos de esa defiiencia podría evitarse.
Actualmente entre uno y cuatro niños de cada 1.000 nacen con una pérdida auditiva permanente, que en algunos casos podría deberse a un daño producido durante el parto o a una afección hereditaria.
Se estima que la tercera parte de los niños sufren una pérdida auditiva al inicio de la edad escolar y, aunque se desconozcan las causas precisas, sí se sabe es que el ruido y las infecciones en el oído podrían tener impacto en éste.
Para no correr riesgos, el organismo de salud recomienda mantener el volumen bajo al utilizar aparatos de audio personales y respetar los niveles seguros de exposición al ruido, ajustándolo a a un nivel cómodo en un ambiente tranquilo, de modo que no supere el 60 por ciento del máximo.
También es aconsejable usar tapones para los oídos al asistir a bares, pubs, discotecas, eventos deportivos u otros lugares ruidosos, pues esto puede ayudar de forma considerable a reducir el nivel de exposición.
Otra forma de prevenir pérdidas de audición es mantenerse lo más lejos posible de parlantes y altavoces y trasladarse a sitios más silenciosos del local o espacio donde se emiten sonidos fuertes.
Alguna señalas de advertencia de pérdida de audición son percibir zumbidos, pitidos u otros ruidos inexistentes en el entorno -acúfeno-; dificultad para escuchar sonidos agudos como el timbre, el teléfono o el despertador, para entender el habla -sobre todo telefónica- o para seguir conversaciones en ambientes ruidosos, como restaurantes o reuniones sociales.
En esos casos hay que consultar a un especialista pues si pierde la audición no se recuperará, advirtió la OMS y recomendó aprovechar los servicios de revisión periódica que se prestan en colegios, lugares de trabajo y comunidades, para detectar la deficiencia en su etapa inicial.