En Argentina se recomienda espaciar por 15 días la vacunación antigripal de la vacuna contra el COVID-19 basado en la recomendación internacional que emitió el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC https://www.cdc.gov). Esto fue considerado una medida precautoria exagerada y sin sustento científico a tal punto que este mismo organismo publicó el pasado 1 de junio una actualización en la que deja sin efecto dicha recomendación para las vacunas aprobadas por la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA). Lo fundamental es no perder o demorar la oportunidad de la vacunación contra el COVID-19, que definitivamente tiene que ser la prioridad, pues además estamos llegando al límite del período de inmunización contra la influenza.
Planteado esto quiero recordar que deben vacunarse contra la gripe todos los mayores de 65; mayores de 6 meses y hasta los 2 años y medio; embarazadas y hasta 6 meses luego del parto; y personas de entre 2 años y medio y 65 con enfermedades crónicas (diabetes, condiciones cardiológicas, enfermedades respiratorias crónicas, inmunodepresión). Actualmente, la gripe causa directa o indirectamente entre 300 mil y 600 mil muertes al año en el mundo, datos que dependen de la población, rango etario, etc. No hay dudas: la vacunación disminuye la posibilidad de contagiarse gripe y desarrollar casos graves en un 40 y 70%.
Es importante explicar que ambas vacunas poseen los mismos posibles efectos adversos (dolor de cabeza, fiebre, dolor muscular, decaimiento que a las 24 o 72 horas desaparece) y con la lupa en las vacunas anti covid, estos síntomas son realmente muy bajos. Además, si bien los medios de comunicación reportaron presuntos casos con efectos adversos graves, la evidencia científica es bastante débil. A la vacuna Oxford-AstraZeneca se le ha atribuido eventos trombóticos pero la posibilidad de que ocurran es muchísimas veces menor que con el uso de anticonceptivos orales o del tabaco. Por lo tanto, esta vacuna tiene un margen de seguridad sumamente aceptable, como lo tienen todas las vacunas cuyos resultados inmunológicos son muy buenos.
El mundo avanza hacia el final de la pandemia pero aún falta un largo camino por recorrer para lograr la vacunación de los ⅔ de la población global, concepto epidemiológico que -como en el caso de la gripe- depende de variables como población, desarrollo económico, etc. Se estima que la mayoría de los países accederán a las vacunas dentro de los próximos 5 años y en África, 10 años. Por lo que es probable que, debido a la globalización, el Covid-19 se controle como pandemia pero que no desaparezca y se transforme en algo endémico, estacional o habitual con determinada cantidad de casos. Porque además, las vacunas aún no están indicadas para niños con lo cual tendremos una gran población sin vacunar.
No obstante, los datos son esperanzadores para evitar casos graves y la muerte: con 1 dosis de las vacunas anti covid la inmunidad alcanzada es de entre el 70 y 80%. Es decir, que de 100 personas, 70 u 80 tienen anticuerpos. Con las dos dosis superan el 80% todas las vacunas y algunas superan el 95%. Hoy más que nunca vacunarse es cuidarnos entre todos.