Más de 2000 personas se infectaron con ébola en República Democrática del Congo, dijo el Ministerio de Salud, y las organizaciones de ayuda expresaron su preocupación por la propagación acelerada de la enfermedad, según informó hoy el diario británico The Guardian.
Tomó 224 días para que se alcanzara la cifra histórica de mil casos confirmados y probables. Pero solo se tardó 71 días en llegar a 2000 casos de este tipo.
“Ahora estamos viendo de ocho a 20 casos registrados cada día, aunque la cifra esté probablemente subestimada”, dijo a The Guardian Tariq Riebl, director de emergencias del Comité de Rescate Internacional. “Hace unos meses solo veíamos de tres a cinco casos por día. Para ver tal aumento en los casos en esta etapa del brote, se requiere un cambio drástico. Esta respuesta requiere un reinicio total y completo “, agregó.
La violencia de los grupos armados y la desconfianza de la comunidad socavaron gravemente los intentos de detener la epidemia, obligando a los trabajadores de la salud a suspender el trabajo de vacunación y tratamiento.
En el último episodio de violencia, al menos 13 civiles fueron asesinados después de que los rebeldes atacaran un área cerca de la ciudad de Beni, donde casi 200 personas murieron de ébola, durante la noche del lunes. El alcalde de Beni dijo que dos soldados congoleños también fueron asesinados. La semana pasada, los soldados mataron a 26 rebeldes de una milicia local en un enfrentamiento cerca de la misma ciudad.
Para peor, la inseguridad impide que los equipos de vacunación lleguen a algunas áreas, y además muchas personas temen ir a los centros de tratamiento del ébola, y prefieren quedarse en casa y correr el riesgo de transmitir la enfermedad a los cuidadores y vecinos.
En algunas áreas, los trabajadores de salud tienen miedo de usar equipos de protección porque temen ser atacados por grupos armados, dijo la Organización Mundial de la Salud.
“Los miembros de la comunidad no confían en el personal médico y las organizaciones de ayuda no ingresan a los establecimientos de salud cuando muestran síntomas de ébola”, dijo Riebl. “En Butembo, el epicentro actual del brote, los médicos y las enfermeras están siendo amenazados y los centros de salud son atacados regularmente, lo que dificulta la respuesta y obliga al IRC y otras organizaciones de ayuda a suspender las operaciones con frecuencia”.