(HealthDay News) Un estudio reciente muestra que los niños menores de dos años que reciben la vacuna contra la hepatitis A son protegidos del virus durante diez años. Investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. hallaron que la transferencia de los anticuerpos de hepatitis A de la madre, que ayudan a combatir al virus, a su hijo no reduce la efectividad de la vacuna, que se administra a los niños de forma rutinaria entre los 12 y 18 meses de edad.
Los investigadores examinaron alrededor de 200 bebés y niños pequeños que nacieron a término completo y que estaban sanos a los 6 meses de edad. Los niños se dividieron en tres grupos según su edad. El primer grupo estaba conformado por bebés de 6 a 12 meses, el segundo por niños pequeños de 12 a 18 meses, y el tercero por niños de 15 a 21 meses de edad. Las madres de los niños también fueron evaluadas en cuanto a anticuerpos de hepatitis A.
Los niveles de anticuerpos de hepatitis A de los niños se midieron al mes y a los 6 meses. También realizaron evaluaciones de seguimiento a los tres, los cinco, los siete y los diez años de edad, después de que los niños hubieran recibido su segunda dosis de la vacuna contra la hepatitis A.
El estudio halló que un mes tras recibir la segunda dosis de la vacuna, los niños de los tres grupos de edad mostraban señales de protección contra el virus. Al seguimiento a los diez años, la mayoría de los niños seguían protegidos del virus.
El 7 por ciento de los bebés de 6 a 12 meses nacidos de madres que no tenían anticuerpos de hepatitis A no retuvieron la protección contra el virus provista por la vacuna. Además, once por ciento de los niños de este grupo cuyas madres sí tenían anticuerpos de hepatitis A también perdieron la protección.
Por otro lado, informaron que el 4 por ciento de los niños de 15 a 21 meses de edad que nacieron de mujeres sin anticuerpos de hepatitis A no tenían protección contra el virus tras 10 años.
El autor del estudio el Dr. Umid Sharapov, epidemiólogo de los CDC, expresó:”Nuestro estudio demuestra que los efectos de una vacuna contra la hepatitis A persisten al menos diez años tras la vacunación primaria… cuando se administra a niños a partir de los 12 meses, independientemente del estatus contra la hepatitis A de sus madres “. Asimismo agregó; “Estos hallazgos respaldan las directrices… actuales de los CDC para la administración de rutina de dos dosis de vacuna inactivada contra la hepatitis A a todos los niños de EE. UU., a partir de los 12 meses de edad”.
Los autores del estudio añadieron que una dosis de refuerzo futura podría ser necesaria para que los niños mantengan la protección contra la hepatitis A. La hepatitis A es un virus que provoca inflamación del hígado, y típicamente se halla en áreas con una mala higiene, donde se transmite a través de agua y alimentos contaminados.