(El Nuevo Herald) A pesar de cierto progreso, apenas 4% de los nuevos fármacos y vacunas aprobadas entre el 2000 y el 2011 fueron destinadas a las enfermedades olvidadas, lo que revela un “desequilibrio fatal” en la investigación y desarrollo a favor de pacientes pobres en el mundo, afirmó el sábado una organización activista internacional.
De 850 fármacos nuevos desarrollados en el planeta en ese período, sólo 37 fueron destinados a enfermedades olvidadas como la malaria y la tuberculosis, entre otras, afirmó en un comunicado la Iniciativa Medicamentos para Enfermedades Olvidadas (DNDi por sus siglas en inglés), comentarios que basó en un reciente estudio de la revista científica The Lancet Global Health.
Entre las llamadas enfermedades olvidadas, el organismo ubicado en Ginebra menciona a 11 diarreicas y otras 19 relacionadas con la pobreza, sin incluir el VIH/sida, que representan una “carga de enfermedad del 11por ciento”.
Una “mayoría de productos terapéuticos recientemente desarrollados eran versiones reformuladas de fármacos existentes. De los 336 fármacos aprobados entre el 2000 y el 2011, sólo cuatro, es decir el 1por ciento, estaban destinados a tratar enfermedades olvidadas. Tres fueron para la malaria y uno para enfermedades diarreicas”, según la organización.
La investigación señala que los ensayos clínicos para las enfermedades olvidadas son muy escasos, tan sólo el 1por ciento de 150,000 experimentos desarrollados hasta el 2011. La mayoría de los fármacos en desarrollo son vacunas.
No obstante, el texto reconoce que la investigación y desarrollo para las enfermedades olvidadas se aceleró en los últimos 35 años, al pasar de 0.6 y 1.3 nuevos productos por año hasta 1999 a 2.4 productos anuales entre el 2000 y el 2011, y se pronostica que para el 2018 habrá 4.7 nuevos productos por año.
“Este continuo desequilibrio fatal en investigación y desarrollo pone en evidencia la necesidad urgente de desarrollar nuevos y revolucionarios tratamientos para los pacientes más necesitados y desatendidos del mundo”, afirmó la DNDi.
“Aunque se han realizado grandes avances en la última década, aún vemos brechas mortales en los nuevos medicamentos para algunos de los pacientes menos visibles del mundo”, dijo Nathalie Strub-Worgaft, directora médica de la organización.