Según la OMS, se estima que aproximadamente 700 mil personas mueren por año en todo el mundo por enfermedades causadas por bacterias resistentes. Y, de no tomar las medidas necesarias, para el año 2050 llegaría a 10 millones por año: esto supera la cantidad de muertes por cáncer. Y que el 60% de las enfermedades humanas infecciosas conocidas (causadas por organismos microscópicos) tienen origen en los animales.
Son las bacterias, virus, hongos o parásitos los que se vuelven resistentes a los antimicrobianos: no los humanos, ni los animales. Y, el principal factor que determina la aparición de estos patógenos es cuando los microorganismos que tienen la capacidad de neutralizar el efecto de los medicamentos dejan de ser afectados por antimicrobianos a los que anteriormente eran sensibles.
La resistencia a los antimicrobianos (RAM) supone una amenaza cada vez mayor para la salud pública mundial. Por eso cobra mucha importancia el enfoque de “One Health” que significa que todos estamos involucrados en mantener un equilibrio entre la salud humana, la salud animal y el medio ambiente, a final de cuentas, todos compartimos el mismo planeta.