Superada la frontera de los 42 días sin infecciones (dos periodos de incubación) causadas por el virus del ébola en Sierra Leona, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado a este país libre de la enfermedad. Una esperanzadora noticia, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de la nación con más casos registrados. Según Anders Nordström, representante de la OMS en dicha localización, “desde que Sierra Leona registró la primera infección en mayo de 2014, se contagiaron un total de 8.704 personas y 3.589 han muerto”. No obstante, subrayan los expertos, este anuncio “no es el fin del ébola“. Mientras el virus siga presente en el país vecino (Guinea Conakry), el riesgo de contagio persiste.
Ahora que Sierra Leona recibe la declaración ébola free, inicia un periodo de 90 días de supervisión reforzada que se extenderá hasta el 5 de febrero de 2016. Durante este tiempo, la OMS continuará prestando su apoyo, tal y como señala en un comunicado, en el que resalta, además, que esta nueva fase “es fundamental” para garantizar la detección precoz de posibles nuevos casos de ébola.
En este sentido, cabe ser prudentes. El pasado 9 de mayo, la OMS anunció el fin de la transmisión del ébola en Liberia. Se convertía así en el primero de los tres países más afectados (junto con Sierra Leona y Guinea Conakry) en vencer esta letal enfermedad que, según el último informe oficial, ha infectado a 28.607 personas y ha causado la muerte de 11.314. Sin embargo, mes y medio después, el virus volvió a ser identificado e infectó a seis personas de las cuales dos murieron.
Finalmente, el 3 de septiembre la OMS declaró de nuevo a Liberia libre del ébola, por lo que, ya sólo queda que Guinea Conakry (donde surgió el primer caso de ébola, el 13 de diciembre de 2013) lo logre también. A finales de octubre, tuvo un caso en un recién nacido, hijo de una mujer contagiada por el virus y que murió durante el parto. Tanto el bebé como dos de sus hermanos, también contagiados por el virus, están recibiendo tratamiento. “Sabemos que dos de nuestros pacientes provienen de una línea de transmisión vinculada a una muerte en la comunidad en Forecariah, pero el problema es que hay otro que procede de una cadena de transmisión desconocida hasta el momento”, expone Armand Sprecher, especialista de Médicos Sin Fronteras (MSF, que ha tratado a más de 10.000 enfermos de ébola) en Salud Pública.
Es decir, “mientras el virus esté todavía presente en Guinea, la enfermedad estará a las puertas del país vecino (Sierra Leona) y habrá riesgo de nuevos casos“, subraya Sprecher. En la misma línea, José Félix Hoyo, responsable de Operaciones Internacionales de Médicos del Mundo, recuerda a EL MUNDO que este anuncio de la OMS “no es el fin del ébola”. Como argumenta este experto, “teniendo en cuenta que se siguen registrando casos en Guinea, no se puede bajar la guardia”. No sólo por la posibilidad de rebrote fronterizo. Según sostiene Hoyo, “siempre que hay una epidemia de ébola, por ejemplo, como la que hubo en el Congo, se queda endémica en reservorios naturales (murciélagos), por lo que puede resurgir”. Lo importante, agrega, es que el país esté preparado, con un sistema de salud público lo suficientemente fuerte como para que no ocurra en las mismas proporciones”.
De momento, la OMS mantendrá su presencia en Sierra Leona. Por un lado, reconoce la labor del Gobierno de este país, de su pueblo y de los socios cooperantes de todo el mundo en la consecución de este “hito importante” (a través de instalaciones de tratamiento o la creación de equipos de enterramiento seguros, así como la asistencia técnica, personal, la comida y los suministros). Y por otro, acentúa los estragos de esta epidemia, que ha diezmado el sistema de salud, la economía y las estructuras sociales.