Se cumplió el plazo de la conciliación obligatoria fijada por el Ministerio de Trabajo de la Nación y, de al no alcanzar un acuerdo en la negociación por un aumento salarial, los trabajadores de la salud harán hoy un paro nacional de actividades de cuatro horas por turno. Por su parte, los prestadores de la salud, tal como adelantaron el martes, reprogramarán todos los turnos no urgentes en clínicas, sanatorios y centros de diagnóstico.
Como se preveía, la negociación quedó estancada: por el lado de los trabajadores, la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad Argentina (Fatsa) exige un aumento salarial de 45%, y por parte la Federación Argentina de Prestadores de Salud, dice que sus socios no pueden pagar más que lo que a su vez les abonen a ellos las financiadoras (prepagas, PAMI y otras obras sociales).
La FAPS insistió en que no se van a comprometer a pagar un aumento si no reciben los recursos por parte de prepagas, PAMI y obras sociales. “Ante la falta de respuesta concreta que garantice los recursos para poder afrontar la paritaria en curso, informamos que: 1)Trasladaremos a los salarios el mismo porcentaje de actualización que cada uno de los financiadores reconozca sobre el valor de las prestaciones, porque no podemos ofrecer más y no nos parece justo ofrecer menos. 2) Trasladaremos ese porcentaje en el mismo período en que se haga efectivo el incremento del valor de las prestaciones, porque ya no podemos sostener financieramente las demoras del sistema. 3) Todos los prestadores deben recibir el mismo porcentaje de actualización de aranceles”, afirmaron en un comunicado.
Además, en el mismo comunicado, la FAPS señaló que, como empleadores de más de 320.000 personas en todo el país, asumían la responsabilidad de generar los recursos necesarios para pagar salarios y poder prestar servicios normalmente, pero que, sin embargo, esos recursos no los generan libremente en el sistema de salud en el que interactúan. “No somos formadores de precios. Nuestros ingresos –que en definitiva son los recursos de los trabajadores– están estipulados por los aranceles que definen los financiadores. Y si los financiadores no actualizan los aranceles que pagan, nuestros ingresos pierden día a día frente a los costos en alza”.