Treinta y un obispos argentinos se reunieron con el papa Francisco, quien les reservó dos horas para escuchar sus diagnósticos sobre las diversas diócesis que dirigen y la situación del país, y para darles sus consejos.
“Me imagino que cada uno hará una breve síntesis de lo que ya se le mandó por escrito, habrá diálogo, preguntas y consultas”, adelantó a la prensa monseñor Alberto Bochatey, obispo auxiliar de La Plata.
La visita tendrá lugar cuatro días después de que Francisco pusiera como ejemplo para promover “una sociedad más justa y solidaria” al obispo Enrique Angelelli, proclamado recientemente mártir, junto a dos sacerdotes y un dirigente laico que actuaron en La Rioja, todos víctimas de la dictadura militar.
Entre otros, integran la delegación el secretario general del Episcopado y obispo de Chascomús, Carlos Malfa, y los arzobispos Víctor Manuel Fernández /La Plata), Ramón Dus (Resistencia), Eduardo Martín (Rosario), Andrés Stanovnik (Corrientes), Sergio Fenoy (Santa Fe) y el obispo de Azul, Hugo Manuel Salaberry.
En este tradicional encuentro eclesial, una suerte de maratón por los diversos “ministerios” de la Santa Sede, con los que hay un intercambio de información, los obispos también peregrinan a las tumbas de los apóstoles Pedro y Pablo y a las basílicas pontificias mayores.
De hecho, hoy, antes de ver al Papa, el grupo de obispos celebrará una misa en el Altar de la Tumba de San Pedro, en el subsuelo de la Basílica de San Pedro, uno de los lugares más sagrados del catolicismo.