“Estamos planificando una reapertura de fronteras a extranjeros ordenada para el próximo mes de septiembre”, dijo el ministro de Turismo de Uruguay, Germán Cardoso, este jueves en una conferencia de prensa en la ciudad de Maldonado.
En esa línea, explicó que “la primera de las opciones, porque tenemos que seguir cuidando el estado sanitario que hemos logrado, que ha implicado un enorme esfuerzo y sacrificio de todos los uruguayos, (sería) aceptar extranjeros vacunados”.
“La prioridad del gobierno es vacunar a absolutamente todos los uruguayos”, afirmó. Pero advirtió: “Seguramente, en 45-60 días no tengamos más uruguayos por vacunar, y vamos a tener stock de vacunas”.
Y dijo que, en caso de que quede un remanente de dosis, el Gobierno evalúa “destinarlas a personas que lleguen de Argentina y Brasil, que vienen muchísimo más atrasados que Uruguay”. “Darles la posibilidad de vacunarlos y que estén 21 días en el país es una posibilidad a analizar”, destacó.
Cardoso señaló que la próxima semana podrían anunciarse fechas sobre la reapertura de fronteras. “No podemos al sector turístico decirles hoy jueves, ‘abrimos el lunes’. Inexorablemente, se necesita un período de tiempo de planificación, de puesta de paquetes a la venta, de poder estar generando las condiciones de mercado imprescindibles para planificar una temporada que se asemeje y se acerque de la mayor manera posible a la normalidad”, explicó.
También advirtió que en las próximas semanas viajará a San Pablo, Brasil, para reunirse con las autoridades de las principales aerolíneas para avanzar sobre la conexión aérea entre ambos países.
Uruguay volvió el pasado domingo, después de siete meses, a la zona amarilla del índice de Harvard, que acumula el promedio semanal de casos nuevos de covid-19 cada 100.000 habitantes (entre 1 y 10). Actualmente, el índice del país es de 7,02 y los únicos departamentos que permanecen naranjas son Paysandú (oeste) y Treinta y Tres (este), mientras que otros 16 ya están en amarillo y Flores (suroeste) en verde.
Poco a poco, el país suramericano va recuperando su normalidad, con el regreso total a la presencialidad en la educación, la reapertura de salas para espectáculos -aunque con aforo y protocolos de seguridad- y el retorno de los funcionarios públicos al trabajo en oficina. No obstante, las fronteras del país continúan cerradas a los no residentes, salvo excepciones por motivos diplomáticos, personales o económico-laborales, con autorización expresa del Ejecutivo.