La Iniciativa de Eliminación de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que busca poner fin a más de 30 enfermedades transmisibles y afecciones relacionadas en América Latina y el Caribe, recibió hoy un nuevo impulso en una sesión realizada al margen del 60º Consejo Directivo de la institución regional de salud pública.
“A medida que avanzamos en la recuperación de la pandemia, es hora de darle a la Iniciativa de Eliminación un impulso renovado, más fuerte y más maduro para alcanzar una meta sobre enfermedades transmisibles que comenzó desde el establecimiento de la Organización, hace 120 años”, dijo el Dr. Dijo Jarbas Barbosa, Director de la OPS.
Tras un esfuerzo mundial, la viruela fue erradicada en 1980 y 14 años después, la polio fue eliminada de las Américas. Desde entonces también se han eliminado la rubéola, el síndrome de rubéola congénita, el sarampión y el tétanos neonatal, y se han logrado avances hacia la eliminación de otras enfermedades. Para 2023, 19 países de la región estaban libres de malaria, ocho habían eliminado la transmisión maternoinfantil del VIH y la sífilis, y la oncocercosis se limita a una zona de la cuenca del Amazonas.
El cáncer de cuello uterino, la enfermedad de Chagas, el cólera, la hepatitis B y C, el VIH/SIDA, la rabia humana transmitida por perros, la lepra, la malaria, la oncocercosis, el tracoma y la tuberculosis son algunas de las enfermedades a las que se debe poner fin de aquí a 2030 como parte de la Iniciativa de Eliminación y el compromiso asumido por los países de la región en 2019 en la OPS.
Para el Dr. Barbosa, las lecciones aprendidas de la pandemia de COVID-19, así como de experiencias anteriores de eliminación, presentan a los países una oportunidad para aprovechar la iniciativa y acelerar su ritmo. Otras oportunidades incluyen el arsenal de vacunas, diagnósticos, medicamentos y otras tecnologías disponibles a través de la OPS, así como el impulso a la salud digital y una comprensión más profunda de las desigualdades en salud y una mayor participación comunitaria.
La Iniciativa de Eliminación tiene como objetivo interrumpir la transmisión de enfermedades endémicas, poner fin a la morbilidad y la mortalidad y prevenir la discapacidad.
Para lograrlo, propone estrategias que incluyen la integración de programas y el fortalecimiento del primer nivel de atención, así como sistemas reforzados de vigilancia e información en salud. También exige abordar los determinantes ambientales y sociales de la salud, centrándose en las inequidades y las poblaciones vulnerables, y fortalecer el liderazgo de los Ministerios de Salud.
Durante la sesión, el Ministro de Salud, Bienestar y Medio Ambiente de Antigua y Barbuda, Sir Molwyn Joseph, presentó los esfuerzos de su país para avanzar hacia la eliminación del cáncer de cuello uterino. La Directora del Programa Nacional de Tuberculosis de Brasil, Fernanda Dockhorn, compartió los renovados esfuerzos de su país para acabar con las enfermedades infecciosas, con foco en los determinantes sociales; y la Ministra de Salud de Uruguay, Karina Rando, compartieron la experiencia de registros digitales y herramientas de geolocalización para llegar a los no vacunados.
Philippe Duneton, director ejecutivo de UNITAID, presentó innovaciones sanitarias que pueden contribuir a la eliminación de enfermedades como el VIH, la tuberculosis y la malaria. Magdalena Robert, directora adjunta de Promoción de Programas y Comunicaciones, Polio y Entrega de Vacunas, Fundación Bill y Melinda Gates, destacó el apoyo de su organización a la región para garantizar que las niñas de países de bajos ingresos también tengan acceso a la vacuna para prevenir el cáncer de cuello uterino.
Durante el cierre de la sesión, la Directora de la OPS entregó al Ministro de Salud y Bienestar de Belice, Kevin Bernard, el certificado de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que reconoce al país centroamericano como libre de malaria, el último de la región en alcanzar esa meta. Belice notificó su último caso autóctono de malaria en 2018 y, en mayo de 2023, fue certificado libre de malaria.
“Esta es la culminación de una larga y dura batalla que ha durado siete décadas”, afirmó el Ministro Bernard. “Nada de esto hubiera sido posible sin el apoyo inquebrantable de las organizaciones de base y la dedicación de nuestros trabajadores de la salud, la piedra angular de nuestro éxito”, añadió.